Para entender la historia de este lugar, vamos a dividirla en dos. Primero te hablaremos del edificio en sí y luego, del museo al que acoge actualmente. Dos historias que, como muchas otras, finaliza en una buena amistad entre ambos proyectos a pesar de que su concepción fue muy, muy diferente en sus inicios.
Así pues, empezaremos por el edificio que fue concebido como un convento de frailes dominicos y cuyas obras se iniciaron en 1544 y finalizaron 18 años después, en 1562. Su estilo arquitectónico se ubica en plena transición entre el gótico y el renacentista… ¿Y sabes?... Estás en el museo más antiguo del País Vasco.
Una particularidad de este lugar es que a la hora de construir el claustro del convento, no se pudo hacer como era lo común, o sea en el lateral de la iglesia, ya que en ese lugar estaba ocupado por el monte Urgull, así que por aquella época no se encontró otra solución que construirlo al pie de dicha iglesia.
Y así pasaron 250 años hasta que en 1813, en plena Guerra de la Independencia, el convento fue saqueado y destrozado por los militares quedándose, entre otras pérdidas, sin su retablo principal. Aún así, los frailes pudieron continuar durante un tiempo con sus quehaceres diarios, hasta que veintitantos años después, en 1836, los militares siempre tan convincentes en sus formas, les invitaron amablemente a que les cedieran el edificio.
Pero antes de seguir, pausemos por un momento la historia de dicho edificio y escuchad la segunda historia: la de un proyecto de Museo Histórico, Artístico y Arqueológico que nace en el año 1900. Su sede inicial estaba en la esquina de la calle Andia con Garibai y sus inicios fueron bastante duros dado el poco presupuesto destinado a su colección. Este hecho animó al pueblo donostiarra a realizar donaciones económicas y depósitos de objetos para exponer, inaugurándose el 5 de octubre de 1902 como un Museo digno de serlo.
Pero resultó que fue tal la participación popular, que el local se quedó pequeño desde su estreno por lo que 3 años después, en 1911, el Ayuntamiento inauguró en la calle Urdaneta esquina con Easo, un edificio mucho más grande, donde además del Museo ubicaría la Biblioteca Municipal y la Escuela de Artes y Oficios.
Y como no hay dos sin tres, resulta que al poco tiempo este nuevo edificio vuelve a quedarse pequeño. Y es en este punto donde se unen las dos historias.
Resulta que unos años antes, en 1928, el Ayuntamiento adquirió la titularidad del Convento de San Telmo, el cual previamente había sido clasificado como Monumento Nacional. Pues bien, con un gran edificio ya vacío de milicianos por un lado y con la necesidad de un gran edificio vacío para un Museo por otro, la conclusión fue rápida, y el 3 de septiembre de 1932 se juntan estas dos historias, inaugurándose el actual Museo de San Telmo en el mismo edificio que en su día fue un Convento dominico y más tarde un cuartel militar.
Pasan los años, el museo sigue creciendo… ¡Y adivina que pasó! ¡Pues que volvió a quedarse pequeño! Así que entre 2007 y 2010 se decidió actualizarlo por completo, a la par que se amplió hasta el límite con el Monte Urgull tal y como lo puedes ver hoy.