Pampaneira comparte de pe a pa la historia de otros pueblos de la Alpujarra granadina, como Bubión o Capileira. En las montañas de esta comarca mantuvieron los moriscos sus costumbres y su cultura tras la conquista de los Reyes Católicos. Y mantuvieron también su religión, porque aunque se les había obligado a convertirse al cristianismo, de puertas adentro seguían practicando los ritos islámicos.
El caso es que su situación no tenía nada de fácil, y en la segunda mitad del siglo XVI se complicó todavía más: ya no bastaba con su conversión formal a la fe católica. Ahora tampoco podían hablar árabe, ni vestir su ropa tradicional, ni cantar sus canciones, ni nada. Las cosas llegaron a tal extremo que hubo una rebelión, pero la lucha acaudillada por Abén Humeya, que empezó por renegar de su falso nombre cristiano, no acabó bien para los moriscos.
Su comunidad tuvo que abandonar masivamente la Alpujarra, y la zona fue repoblada después por familias provenientes de León y Galicia. Pero no, no creas que eso de Pampaneira fue idea de algún gallego. Según los estudiosos, el topónimo ya existía tiempo antes de que a Isabel y Fernando se les metiera en el entrecejo dominarlo todo.
El pueblo, con Reconquista o sin ella, sigue manteniendo a día de hoy una estampa de lo más berebere. Sus cubiertas planas, o terraos, son tan características como los famosos tinaos, una especie de corredores o soportales que verás continuamente en este fascinante lugar.
La iglesia parroquial es del siglo XVI y conserva ciertos trazos de arte islámico, como es natural. Vete a verla, y date una vuelta por la Calle Real para encontrar tinaos abarrotados de flores. También deberías parar en el Paseo de García Lorca a admirar las vistas de las montañas y de Capileira y Bubión, los pueblos hermanos de Pampaneira sobre los que también puedes escuchar nuestras audioguías.
Y ya que hablamos de Lorca, has de saber que en los lavaderos árabes situados bajo la fuente del Cerrillo se rodaron escenas de la película Yerma. Pero esa no es la única fuente con algo que contar, porque la de San Antonio, junto a la iglesia, te explica los poderes de sus aguas con palabras grabadas en la pared. Si nos fiamos de ellas, al soltero que beba de estos caños con ganas de boda, le saldrá pareja de inmediato. Sin webs de contactos, sin móvil y sin descargar ninguna aplicación. ¡A ver quién supera eso!
