Podríamos decir que Jaén tiene buena y mala suerte al mismo tiempo. Buena, porque forma parte de la Andalucía más auténtica, y mala, porque está demasiado cerca de lugares deslumbrantes como la Alhambra de Granada, la Giralda de Sevilla o la Mezquita de Córdoba. Y claro, así es mucho más difícil destacar.
Por alguna razón, la historia de Jaén ha estado desde tiempos remotos en mitad de las trifulcas militares. Cartago y Roma se las tuvieron tiesas aquí dos siglos antes de Cristo, y los romanos terminaron consiguiendo el control de una zona de la que se hablaban maravillas por su riqueza y fertilidad.
Cuando Roma se aburrió de dominar el mundo, asomaron por aquí los visigodos, y después, claro, los árabes. A Jaén le fue la mar de bien durante la época musulmana y se convirtió en una espléndida y próspera ciudad, con sus murallas y sus palacios. Pero con el tiempo le llegó el bajón, y las tropas cristianas empujaron hasta hacerse con la plaza allá por el siglo XIII.
La capital jienense tiene su catedral, la de la Asunción, levantada en tiempos del Renacimiento, y dentro de ella una reliquia cuya historia daría para un best seller en varios tomos: La reliquia del Santo Rostro realizada con 191 rubíes, 193 diamantes y 210 esmeraldas y relacionada con el paño con el que Verónica limpió el rostro de Cristo camino del Calvario. Si quieres verla ten en cuenta que solo se expone los viernes.
También puedes visitar el imponente castillo que domina la zona y que en realidad se trata de un interesante conjunto de fortificaciones de diferentes épocas.
Pero te decíamos que la región ha venido siendo, de toda la vida, escenario de importantísimas batallas. La de las Navas de Tolosa, en 1212, que marcó el declive de la presencia musulmana en la península. Y la de Bailén, seis siglos más tarde, que dejó en shock a la Europa de la época al suponer la primera derrota del ejército napoleónico en campo abierto. Al pequeño corso le pareció inaceptable aquella humillación y un tiempo después acudiría a tierras españolas para exhibir de nuevo su poderío. Pero la historia ya se le había empezado a torcer al avinagrado emperador, y eso había ocurrido en los campos jienenses. La historia de las Navas de Tolosa que fue el fin de la presencia musulmana en España, ya ves, se repetía de nuevo en los principios de la Edad Contemporánea para mandar a paseo a Napoleón y sus tropas.
Famosos fueron también los bandoleros de Sierra Morena que durante cantidad de tiempo se dedicaron a saltear caminos y robar honradamente. Ya sabes: eso de quitar a los ricos para dar a los pobres. Aunque en este caso, los pobres eran los mismos bandoleros, así que todo quedaba en casa.
Y para finalizar esta audioguía te contaremos una curiosidad. Resulta que los habitantes de esta región superan la media de vida de todo Europa, siendo prácticamente igual a la longevidad japonesa. ¿Y sabes cuál parece ser el motivo? Pues ni más ni menos que su mundialmente reconocido aceite de oliva. Así que ya te estás comprando una garrafita de este preciado y vital oro líquido.