El nombre de Gandía puede hacerte pensar en turismo de playa y chiringuitos. Pero no te dejes desanimar por los prejuicios: esta es una bonita ciudad, cargada de historia y con cantidad de cosas que ver. Y buena parte de eso se debe a los Borja, o Borgia.
Así que vayamos atrás en el tiempo...
La zona de Gandía tiene sus vestigios iberos y su pasado romano, pero parece que fue en la época musulmana cuando se consolidó la población. Tras la Reconquista, la villa pasó por las manos de unos cuantos nobles medievales con espadón al cinto, y a finales del siglo XIV se levantó el Palacio Ducal, un imponente edificio que puedes ver en el centro de la ciudad y que sería muy modificado en los siglos siguientes.
Al ducado de Gandía le iba a echar el guante el inefable Rodrigo de Borja, futuro papa Alejandro VI. Rodrigo le compró el señorío a Fernando el Católico y se lo cedió a su hijo Pedro Luis, así que el clan Borja se preparó para dejar su huella aquí.
Y lo cierto es que la ciudad prosperó, y el palacio fue ampliado y apañado al gusto renacentista. En él nacía, en 1510, Francisco de Borja, otro personaje la mar de interesante. Francisco fue enviado a la corte de Carlos V, y llegó a ser relevante en ella. Pero se enamoró, según dicen, de Isabel, la esposa del emperador, y tras la muerte de esta sufrió una crisis que le llevó a dejar los asuntos mundanos y dedicarse a una vida más espiritual. Tanto, que a pesar de los antecedentes familiares, Francisco llegó a santo y su habitación aún permanece intacta en el Palacio Ducal.
Cerca del palacio está la Colegiata de Santa María, un magnífico edificio gótico al que Alejandro VI dio riqueza y esplendor y al que la Guerra Civil hizo mucho daño. Al lado mismo puedes ver el Convento de Santa Clara. Este no fue construido por los Borja, pero varias de las mujeres del clan pasaron buena parte de su vida entre sus muros, quizá para intentar redimir a su apellido de los muchos disparates que se le atribuyen.
Y si tienes un poco de tiempo, acércate también al Castillo de Bairén, donde el Cid se batió el cobre varios siglos antes de Alejandro VI. Más que nada, para que veas que no todo en Gandía tiene que ver con los Borja...
