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Candelario

Salamanca

Audioguía de Candelario

Qué ver en Candelario

Candelario es, sin duda, un pueblo muy, muy bonito, con un núcleo histórico estupendamente conservado y unas callejuelas que se adaptan a la forma de la ladera para crear encantadores rincones. Eso ya sería motivo suficiente para visitarlo, pero es que, además, se trata de una población con un carácter y una personalidad especiales.

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Candelario es, sin duda, un pueblo muy, muy bonito, con un núcleo histórico estupendamente conservado y unas callejuelas que se adaptan a la forma de la ladera para crear encantadores rincones. Eso ya sería motivo suficiente para visitarlo, pero es que, además, se trata de una población con un carácter y una personalidad especiales.

Su origen parece ser antiquísimo y se dice que sus fundadores pudieron ser pastores procedentes de Asturias. Se dice también que aquí hubo un asentamiento de cierta importancia en tiempos de los romanos y el hallazgo de una cabeza del dios romano Jano tallada en piedra parece apoyar esa teoría.

Pero con romanos o sin ellos, Candelario acabó desarrollando una arquitectura y un modo de vida peculiares, vinculados a la matanza del cerdo y la elaboración de embutidos. Las casas tienen un patio para el despiezado y grandes balcones para el secado. Y como el animal era sacrificado en la misma calle, las entradas de las viviendas presentan además las tradicionales batipuertas, una especie de puerta de media altura que precede a la puerta principal y que servía como burladero para que el matarife rematara su labor sin peligro. También era útil para evitar que el ganado suelto entrase en las casas mientras la puerta de la vivienda permanecía abierta para airear.

Fíjate también cómo en las calles hay lo que llaman regaderas: unos pequeños canales que recorren el pueblo llevando agua de los manantiales montañeses. Su función no solo era facilitar el regado de las huertas, sino también limpiar el suelo de la sangre y los desperdicios que quedaban tras la matanza.

Aquí también hay edificios sobresalientes como el Ayuntamiento, la Ermita del Santo Cristo del Refugio y, sobre todo, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un espléndido templo cuya ensalada estilística incluye románico, mudéjar, gótico y barroco.

Pero además de todo este patrimonio antropológico y arquitectónico, y de haber salido en unas cuantas películas y series de televisión, Candelario ha aportado al idioma español un dicho de lo más conocido. Surgió hace un par de siglos, en la fábrica de embutidos del acaudalado Constantino Rico. Resulta que una de las trabajadoras, cansada del alboroto que estaba montando un perro, lo ató con lo que tenía más a mano, que era una ristra de longanizas. Un niño vio la escena y fue contando a todo el mundo que en la casa del adinerado Constantino se ataba a los perros con longanizas y así nació está expresión que se refiere para exagerar la condición económica de alguien.


Candelario

Calle Parque, 2 (Oficina de Turismo)
37710 Candelario
(+34) 923 413 420

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Etiquetas: Los más bonitos...

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